Foca

Su próximo reportaje destruiría la reputación del candidato conservador a la presidencia de la República. Su plan de gobierno era tan volátil como la gasolina, sus relaciones personales, cuestionables y su ego, estratosférico. Las mentiras que había vendido al electorado y su ambivalente discurso serían revelados en este texto. Solo bastaba compartirlo con su editor en jefe para que saliera en primera plana del diario más leído del país. Sin embargo, eligió publicarlo en su blog anónimo y firmar como “La Foca”. No era prudente que se supiera que era ella, su esposa, quién lo desenmascaraba.

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