Charlie
Durante la cuenta regresiva del 31 de diciembre, Charlie devoraba velozmente sus doce uvas. Conforme a la tradición, pedía un deseo cada vez que ponía una de ellas en su
“Quien de amarillo se viste, en su belleza confía”
Durante la cuenta regresiva del 31 de diciembre, Charlie devoraba velozmente sus doce uvas. Conforme a la tradición, pedía un deseo cada vez que ponía una de ellas en su
Su jornada laboral, al igual que la de sus compañeros, era de 14 horas. Iniciaba a las cinco de la mañana y terminaba a las siete de la noche. Ofrecían
La brisa revolvía su pelo, el cemento sostenía sus pies y su celular recibía la fija mirada de sus ojos. Observaba los ‘me gusta’ de su post en Instagram y
Sus huellas en la arena adornaban la playa a la que Beto la había invitado. El olor a sal inundaba su nariz, el viento despeinaba su cabellera y el sol
Mire la calle ¿Cómo puede usted ser indiferente a ese gran río de huesos, a ese gran río de sueños, a ese gran río de sangre, a ese gran río?
En las calles de Venecia la hora marca siempre una escena diferente. A las siete, la luz empieza a iluminar el día, a las doce la gente camina, corre, transita.
La silla vacía, las risas que nunca volverán a oírse y tu mirada intrigante, ahora, por siempre ausente.