Siempre alegre, siempre vivaz,
Nelson demostraba sus habilidades en el mundo audiovisual.
Le encantaba dirigir y liderar,
Sus trucos a los estudiantes de periodismo enseñar.
Su personalidad, bastante particular.
Su bandera, de lejos la lealtad.
Su amistad, por siempre incondicional.
A corta edad, una terrible enfermedad le atacó.
Silenciosa creció, de su cuerpo se apoderó y con ella, todo cambió.
Su energía lentamente disminuyó, pero su ahínco de vivir aumentó.
Grandes batallas luchó, y de muchas se proclamó vencedor.
El último encuentro, sin embargo, fue desolador.
La muerte victoriosa salió, y escribió el punto final en la historia de este gladiador.
Querido amigo, tiempo nos faltó.
Segura estoy que te veré de nuevo en un lugar mejor.