(texto recuperado del taller de escritura Bogotá en 100 palabras – Septiembre, 2017)
5:42 p.m. – Estamos en una clase en el Centro Cultural Gabriel García Marquez en el centro de Bogotá y me han dicho que a las 9:00 p.m. del día de hoy será el fin del mundo.
5:43 p.m. – Creo que es una broma. Reviso en Facebook y en Twitter. Veo noticias que lo comprueban. Todos afirman que hoy es el fin del mundo.
5:50 p.m. – Confundida y atónita, me levanto de mi puesto, recojo mi morral del suelo y mi blazer de la silla. Tomo mi celular y salgo rápidamente del salón.
6:00 p.m. – Llego a la estación Museo del Oro de Transmilenio. Está a reventar, la gente corre de un lado para otro, se sube a los articulados, se baja de ellos. Se golpea entre sí. Grita.
6:20 p.m. – Llamo a mi mamá, le digo que la amo y que me perdone por todas mis faltas. Que hubiera seguido todos sus consejos y escuchado sus palabras cuando trataba de protegerme, que hubiera querido ser mejor.
6:50 p.m. – Intento salir del centro de la ciudad. Camino. Llego solo hasta la calle 34. Me duelen los pies. Lloro.
7:30 p.m. – Llamo a mi novio. No contesta. Llamo de nuevo. Buzón de voz. Le dejo un mensaje donde se me va el alma. Lo amo.
7:45 p.m. – Me siento en el suelo mientras la gente corre en distintas direcciones. Pienso que me hubiera gustado hacer tantas cosas. Lloro. Sigo caminando.
8:15 p.m. – Llamo a mi casa. Hablo con mi papá. Le doy gracias por ser quién es. Cuelgo. Me detengo.
8:30 p.m. – Me fumo un cigarrillo. Miro al cielo. Me siento en un andén. Llamo a mi hermana. Decidimos hablar hasta que sean las 9:00 p.m. Si hay un sonido que quisiera oír al morir, es su voz.
-FIN-